A la llegada del bebe es todo más increíble porque no solo nos convertimos en Madres, sino también en cuidadoras, enfermeras, maestras, psicólogas, consejeras, médicos, terapeutas, hasta heroínas... en fin llegamos a ser un todo para nuestro bebe.
Así va pasando el tiempo mientras están pequeños somos todo para nuestros hijos.
Sin embargo al llegar la etapa de la adolescencia y pasando a jóvenes adultos resulta que aprenden a describirnos y juzgarnos como las malas, las fastidiosas, las brujas, las locas...
Creo que en cada etapa que se vive no se está uno preparado. Pasas de ser un todo a ser nada en la vida de los hijos.
Seguirán pasando los días, me seguiré acostumbrándome a los cambios solo espero tener la suficiente entereza para salir airosa de todas estas etapas.
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